Falsas Expectativas
"Algunas ocasiones que te ofrece la vida son divertidas, otras mas bien tristes. Otros momentos son difíciles de olvidar, y otros quisieras borrarlos de tu disco duro para siempre."

Teniendo en cuenta un penoso reencuentro con un personaje que, alguna vez, siendo mas niña creí amar,decidí escribir esto.Una historia corta relativamente importante,que por supuesto significó mi debut en las relaciones tortuosas y con sufrimiento.
Un lugar ya conocido, fue el decidido mutuamente para el evento. Lo veo de lejos y lo primero que me viene a la mente es lo bastante mas viejo que se ve, en relación con la última vez que estuvimos juntos. Caminó hacia mí y yo ya quería hacer de esto un trámite corto. Saludos convencionales, preguntas infaltables: ¿Cómo te ha ido?, ¿Que has hecho?, ¿Cómo está tu familia?, etc. Me pidió que lo acompañara a retirar algo de su trabajo y después ya estaría libre "para mí". Esas últimas dos palabras me provocaron cierto escalofrío, y empecé a pensar que tal vez, solo tal vez ,no sería malo, romper mi celibato involuntario (como llamo el período que estoy viviendo).
Instalada ya en su auto, el frenesí del reencuentro nos llevó al único lugar donde podríamos dar rienda suelta a nuestro apetito a esas alturas ya desatado: su departamento. Hasta el momento, yo aún poco convencida, no parecía algo demasiado malo, como finalmente resultó ser. En la intimidad una serie de actitudes poco acertadas e incidentes bochornosos que no había vivido desde la media, concluyeron en una pésima noche, digna de ser sepultada junto con el recuerdo de su pelvis bastante ingrata. Llegando a mi casa después de este encuentro, me tiré sobre la cama y solo sentí vacío. Quizás el problema fue haberme hecho demasiadas expectativas que resultaron falsas. Me cuestioné entonces que ese sabor a nada con el que terminé, no le hacía justicia a aquel sentimiento que un día tuve y con orgullo, mal llamé amor, sentimiento que tanto me llenó por un tiempo. Entonces, ¿dónde está?. O tal vez es más propio preguntarse ¿dónde quedó?.
Siempre me he llamado mujer que ama demasiado y no se siente amada, peor aún, si a una persona que así se define, se le olvida lo que tanto amó. Me sorprende tener esta apreciación, por alguna razón alguien con quien tuviste una relación mas o menos intensa, hoy te provoca incomodidad y hasta lata. ¿Pasará lo mismo con quienes estuve y me amaron (según ellos)?.
Como generalmente sucede con los trastornos de personalidad, esta situación desembocó en una interrogante mayúscula acerca de mis sentimientos profundos. Aquí hay algunos ejemplos de estas nuevas reflexiones:
Ame mucho a la persona con la que decidí apostar una familia, hoy se comporta como un salvaje y en sus mejores momentos parece un niño mimado y falto de atención. Cada vez que accedía a algún capricho de él pensaba que lo amaba todavía. Ya lo estoy poniendo en duda.¿me daría lata reencontrarme con él?
A otro hombre si puede así llamarse, sentí que lo ame sin juicio, que casi enloquezco en el intento, hace unos meses que no se nada de él, ¿sentiré algo todavía, o también habrá incomodidad si alguna vez lo reencuentro?. He evitado esto hace meses.
A otro hombre y este es el último, como se comprenderá no vivo teniendo relaciones, me desviví por estar con él, creyendo reivindicar a los anteriores, ahora no sé si realmente hice tanto por esa relación. A este ni siquiera le contesto las llamadas.Misma pregunta anterior.
Tal vez al iniciar estas relaciones ,cifré en ellas muchas expectativas que terminaron inundando toda posibilidad de encarar la realidad ,por mas dura que haya sido.